Eres consciente de que estás pasando por un momento difícil. No sufres, pero lo pasa mal, y deseas prevenir tocar fondo. Quizás quieres conocerte mejor, o deseas cambiar alguna conducta con la que no te sientes del todo bien. Llevas una mochila que te pesa, y deseas descargarla para llenarla de emociones más positivas. Da igual la causa, el caso es que deseas pedir ayuda profesional, y te surge la duda. ¿a quién elegir?
Te vas a abrir, vas a hablar de emociones, a contar situaciones complicadas, a veces duras, a una persona desconocida, no debería valer cualquiera que salga en el listado de un buscador de webs, que posicionan a profesionales de la salud, muchas veces previo pago.
Para facilitarte tu elección, te paso 13 consejos imprescindibles para no equivocarte.
- Suena obvio, pero tienes que saber que el profesional que elijas es una persona formada para tratar tu problema. Asegúrate que realmente es psicólogo o psicóloga, y por tanto que tenga una titulación oficial en psicología y además esté colegiado en un Colegio Oficial de la Psicología. También es importante que su especialidad sea clínica (tratamiento de problemas psicológicos). Si tiene formación complementaria mucho mejor (masters) y también que actualiza sus conocimientos con asistencia regular a cursos, jornadas, congresos. Hoy en día, en España, es posible presentarse- anunciarse, como “coach”, “sanador”, “facilitador emocional”, «psicoterapeuta», «terapeuta»,…. sin haber cursado la carrera universitaria de psicología, ni estar colegiado. Se han denunciado muchos casos de intrusismo profesional. Un buen psicólogo considera necesario estar a la última en avances terapéuticos, exactamente igual que un buen médico.
- Si tienes alguna duda pregunta, antes de elegir a tu psicólogo. Muchas veces, un primer contacto, las primeras respuestas del profesional, pueden suponer una orientación fiable. Nunca te ha pasado descubrir conexión con alguien, sin apenas conocerlo?. Un buen psicólogo nos hace formar parte del proceso, en el fondo es un trabajo en equipo, y la información debe ser cristalina, por ejemplo, si te operas de una rodilla, te interesaría saber en qué va a consistir la intervención?.
- Verifica que el psicólogo tenga amplia experiencia profesional y especialización. En los resultados exitosos tiene mucho más peso la experiencia con pacientes, que la teoría que se aprende en la Universidad. Un buen psicólogo sabe tratar con eficacia y profesionalidad muchos problemas diferentes, pero eso no quiere decir que sea un experto en absolutamente todos los problemas. Por eso es importante, a la hora de elegir un buen psicólogo, asegurarnos de que esté preparado, y tenga amplia experiencia en el tratamiento del problema que te preocupa.
- Dentro de la psicología hay muchas orientaciones o corrientes (psicoanálisis, conductismo, gestalt, humanismo, cognitivismo). Antes de elegir psicólogo, es importante saber que la forma de tratamiento psicológico que cuenta con un mayor aval-respaldo científico es la Terapia Cognitivo-Conductual, que consiste en trabajar paso a paso con tu forma de pensar y de actuar, esto se revisa detalladamente en cada sesión. Aparte, con éste último tratamiento se consiguen resultados esperados en mucho menor espacio de tiempo, suelen ser terapias breves.
- La confidencialidad debe estar garantizada. Un buen psicólogo vela porque los datos e información obtenidos, sean absolutamente confidenciales. Así lo marca expresamente el código deontológico profesional. Con ello se permite que el espacio de la terapia sea de absoluta confianza, solo así nos expresaremos con libertad y el psicólogo podrá llegar al fondo de tu problema para solucionarlo de la mejor forma posible.
- La forma de trabajar y de intervenir debe ser clara. A la hora de elegir a un buen psicólogo es importante también optar por un profesional que sepa comunicarse bien con sus pacientes y que no se reserve ninguna información acerca de su plan terapéutico. Hay 2 fases claramente diferenciadas: la primera, e inicial, ha de ser la evaluación, aquí el profesional explora y recopila toda la información necesaria sobre el paciente, su problema y cómo se manifiesta. Esta fase es fundamental para entender lo que ocurre y poder así establecer la segunda fase: un plan de tratamiento personalizado (traje a medida), para poner solución a tu problema. Normalmente, todo lo que hace un buen psicólogo en terapia está justificado a nivel terapéutico, tiene una función-misión y está encaminado a resolver las dificultades del paciente. Cualquier duda que tengas en el camino, debe ser resuelta de forma clara y concisa por el profesional.
- Un buen psicólogo nos da pautas. Una terapia psicológica no consiste en asistir a la sesión, se va desarrollando cada día hasta la siguiente sesión, con tareas y pautas ofrecidas por el psicólogo. La finalidad es la construcción de un cambio y este sólo puede suceder con trabajo diario, exactamente igual que un entrenamiento deportivo. Si no nos indican pautas, ni tenemos un seguimiento de las mismas y del progreso, será porque no hemos sabido elegir a un buen psicólogo, así que ten esto muy en cuenta.
- Mantener una buena relación terapéutica con tu psicólogo. Una prueba clave de si hemos sabido elegir un buen psicólogo es lograr que se vean cambios en la terapia psicológica, e ir alcanzando nuestros objetivos. Para ello es muy importante una conexión-sintonía con el profesional, y aquí mueve ficha un buen psicólogo, el cual no sólo necesita de conocimientos y teoría, sino también debe saber transmitírtelos, comprenderte, tener empatía, hacerte sentir cómodo… En el fondo, has de sentir que sois un equipo y que la terapia es un espacio de confianza y seguro. Sólo así podremos ser sinceros, abrirnos y emprender el camino que nos lleve a solucionar nuestros problemas. Para elegir un buen psicólogo es fundamental que exista este vínculo, si no la terapia perderá eficacia. Imagina que eliges a un profesional porque tiene un currículum espectacular y luego llegas a su consulta y no te sientes cómodo, te comportas con distancia o lo hace él/ella, crees que no te está entendiendo o cualquier otra sensación que te importuna. Este/a psicólogo no deja de ser un buen/a profesional, simplemente no hay conexión entre vosotros. Una buena manera, adicional, de intuir si el profesional que eliges puede conectar contigo, con tu personalidad o tu forma de ver la vida, es leer la página Sobre Mí, en su web.
- Sentir que las terapias son efectivas. Esto no va a suceder en un primer momento, pero, a medida que vaya avanzando la terapia, debes percibir cambios, que aprendes, que ganas en recursos, que te sientes mejor y se va poco a poco solucionando el problema. Nunca olvides que un psicólogo no tiene una varita mágica, el cambio depende de ambas partes, pero la responsabilidad es tuya, y si has sabido cómo elegir un buen psicólogo, lo esperable es que suceda la magia del cambio. Muchas veces me cuentan algunos pacientes que han estado acudiendo durante meses, incluso años, a un profesional y están en el mismo punto inicial. Te pongo un ejemplo, si estás con un traumatólogo, estás poniendo de tu parte, y tu dolor o molestias siguen, continuarías yendo al mismo profesional? Un buen psicólogo no puede presionarte para que continúes con su terapia si tu no percibes utilidad o resultados.
- El psicólogo no debe juzgarte. Los profesionales de la psicología jamás deberían juzgar a sus pacientes, su rol no es el de centinela de la moral de sus pacientes, sino que está orientado a ofrecer soluciones y dirigir esfuerzos hacia objetivos claros inicialmente identificados.
- El escenario terapéutico. El espacio de trabajo también habla del profesional elegido, como una casa. Te sientes a gusto?, confortable?, se facilita la apertura emocional?. Como mero observador, siempre puedes sacar conclusiones (climatización del local, orden, organización, limpieza, higiene, decoración…) y en general llegar a la conclusión de si te sientes cómodo o no.
- Que el centro al que vas a acudir esté acreditado por la Consejería de Sanidad (es la única garantía de cumplimiento de requisitos sanitarios materiales y personales).
- Por último, aunque no es lo más importante, buscar opiniones de otros clientes, o reseñas profesionales, suelen ayudar también en las decisiones.
«Las personas que creen que tienen la facultad de ejercer cierto grado de control sobre sus vidas son más saludables, demuestran más eficacia y más éxito que aquellas que no tienen fe en su capacidad para llevar a cabo cambios en sus vidas ».
Albert Bandura
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